Entre los estrechos caminitos que llevan al Baldío entre las precarias casas, los charcos y los ñanandy nos encontramos con Ña Gerónima. Conversamos en su casa ubicada en el barrio Virgen el Luján del Bañado Sur, donde vive hace once años. Ahí, tereré de por medio, charlamos sobre lo que significó para ella este libro, las anécdotas que envolvieron su gestión y cómo la poesía se hizo carne entre los gancheros del bañado.
Por primera vez, Gerónima Gamarra, de 62 años, publica un libro de poesías, aunque desde que estaba en la escuela, en Yaguarón, su pueblo natal, la poesía ya era algo habitual. «Desde que che escuela rupi aiko arekóma che akãme algo. Me gustaba escribir, ya ensayaba ya», nos cuenta. Por aquel entonces, el que gastaba sus suelas en las baldosas de la escuelita era el poeta y docente Ramón R. Pereira, autor de Mariposa paramí. El le decía: «Nde ko Gerónima ha’ete ku repinta poetarã, reeherse va’erã»
Hoy sus poemas están contenidos en un libro de 78 páginas con el más diverso contenido.
Pero en especial, nos cuenta Ña Gerónima, es que el Bañado, con su problemática, sus luchas y su gente, es su principal fuente de inspiración. Aún así encontraremos poemas dedicados al Papa Juan Pablo ii, a la selección paraguaya, a los jóvenes por la democracia, a los sobrevivientes del «Aty guasú» (Ykuá Bolaños).
Pero en especial, nos cuenta Ña Gerónima, es que el Bañado, con su problemática, sus luchas y su gente, es su principal fuente de inspiración. Aún así encontraremos poemas dedicados al Papa Juan Pablo ii, a la selección paraguaya, a los jóvenes por la democracia, a los sobrevivientes del «Aty guasú» (Ykuá Bolaños).
Doña Gerónima nació el 30 de setiembre de 1946, en la ciudad de Yaguarón, departamento de Paraguarí. Allí realizó sus primeros estudios para luego trasladarse a Asunción donde culminó la educación secundaria.
Tras publicar “Kuña Katupyry ohai ñe’ê poty”, la Municipalidad de Yaguarón la reconoció como hija dilecta de la ciudad.
Más allá de los premios, diplomas y felicitaciones, esta mujer sobresaliente da ejemplos de vida, con valores como la humildad y honestidad a una sociedad que muchas veces discrimina y es indiferente.
-¿La palabra se constituye en herramienta de denuncia social?
-De todo escribo, de amor, de la mujer. Pero algo que escribí dice: “Entre insalubridad y medio ambiente
destrozado somos barrio marginado por la sociedad, pero como gente organizada y de lucha, no perdemos el don que Dios nos dio que es el de la solidaridad, el darnos la mano para poder superar nuestros problemas, abrimos el camino para superar nuestra vivencia, con la esperanza de que nunca perdemos como comunidad”.
Contar lo que vivimos los pobres es denunciar y creo que la denuncia abre las mentes y ayuda a despertar
a la gente.
destrozado somos barrio marginado por la sociedad, pero como gente organizada y de lucha, no perdemos el don que Dios nos dio que es el de la solidaridad, el darnos la mano para poder superar nuestros problemas, abrimos el camino para superar nuestra vivencia, con la esperanza de que nunca perdemos como comunidad”.
Contar lo que vivimos los pobres es denunciar y creo que la denuncia abre las mentes y ayuda a despertar
a la gente.
-Un mensaje...
-Les animo a las mujeres paraguayas a que se valoren ellas mismas. Todo depende de eso. Muchas veces se dice: ‘chéko solamente che membymi va’erâ ha aservimiarâ che ménape... péante (yo solo debo traer hijos, servir a mi marido, solo eso), ama de casa nomás soy...’Sin embargo, este es nuestro momento de valorarnos y darnos cuenta de que somos muy grandes y también servimos para muchas cosas más. El aporte de la mujer para el diálogo familiar, por ejemplo, es único, y también para hacer las cosas del barrio, kuña paraguaya ko ha’e mbarete.
Si desea adquirir el libro, puede comunicarse con la autora misma al celular 0981 422098.
Fuentes: E'a, Cird, Abc, arreglo Anibal Arias
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